¿Puedo sufrir de cistitis después de mi menstruación?

La llegada de la menstruación puede implicar el inicio de una crisis de cistitis debido a un cambio en el grosor de la mucosa de la vejiga.

La cistitis causa molestias o dolor en la vejiga, así como necesidad de orinar frecuente y urgentemente; es mucho más común en las mujeres que en los hombres. Los síntomas pueden llegar a variar de persona a persona; algunas pueden sentir dolor sin ganas de orinar y otras tienen la urgencia sin dolor. Los síntomas de la cistitis suelen empeorar durante la menstruación.

El período premenstrual es un momento del ciclo durante el cual el nivel de estrógenos se reduce en gran medida y estas funciones de protección disminuyen, favoreciendo la aparición de episodios de cistitis aguda.

Si observamos los cambios en los niveles de estrógeno, vemos una caída en los días previos a la llegada de la menstruación para alcanzar el límite inferior el día del inicio de la menstruación. Pierden parte de su capa superior de protección y están más expuestas a los ataques del entorno externo (por ejemplo, la orina en el caso de la vejiga).

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, es fácil imaginar que la mucosa de la vejiga es más sensible también a la irritación. En caso de cistitis recurrente, dicha mucosa ya está dañada debido a infecciones previas del tracto urinario, está inflamada y tiene dificultades para reconstruirse adecuadamente. La disminución de los niveles de estrógeno promueve este fenómeno inflamatorio y dificulta el proceso de restauración de la mucosa.

Cuando una mujer tiene cistitis recurrente (especialmente si es después del coito), el entorno vaginal a menudo se irrita por varias razones. Esta inflamación puede «transmitirse» a la pared de la vejiga debido a la proximidad de estos dos tejidos.

En conclusión, la llegada de la menstruación también es un evento que empeorará una situación inflamatoria preexistente y que dará lugar a cistitis.

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