El riesgo de las duchas vaginales

La ducha vaginal puede causar diversos trastornos de salud, como problemas para quedar embarazada e infecciones urinarias.

Este tipo de duchas consiste en lavar la parte interna de la zona V con agua y otra mezcla de líquidos. La mayoría de doctores no recomiendan la ducha vaginal, sin embargo, se estima que una de cada cinco mujeres la realiza para su “bienestar”. No se ha demostrado científicamente que la ducha vaginal tenga algún beneficio para la salud, pero sí que ocasionan muchos problemas de salud, como infecciones urinarias.

Lo que provoca este tipo de duchas es alterar el equilibrio indispensable de la flora vaginal y la acidez natural de una zona sana. Este ambiente ácido protege de infecciones e irritaciones. Las duchas pueden causar un crecimiento exagerado en bacterias dañinas para nuestro cuerpo. Si ya padeces de una infección urinaria es muy posible que las duchas vaginales empujen las bacterias hacia el útero, las trompas de Falopio y los ovarios, causando un problema de salud más grave como la infertilidad.

El cuerpo elimina de manera natural las sustancias que pueden llegar a ponerlo en riesgo y se limpia por sí mismo, hay que recordar que el cuerpo es muy sabio. Al contrario de lo que te hacen creer que es sano usarlas de manera diaria para limpiar la vagina o eliminar el riesgo de infecciones, su uso aumenta el riesgo de padecerlas.

El por qué es tan usado este método de “higiene” es debido a que muchas mujeres se sienten incómodas e inseguras de los olores naturales que desprende el cuerpo, especialmente durante la ovulación y la menstruación, y recurren a estos métodos que aseguran eliminar por completo esos olores, lo cual expertos aseguran que estas creencias son falsas. Cualquier olor fuerte, flujo abundante de características distintas a las habituales, como que sea muy espeso, se produzca un líquido verdoso o amarillento es motivo para consultar al ginecólogo y no señal de aliviarnos nosotras mismas.

Publicidad no válida para El Salvador*